Hay un breve relato de Isaac Asimov, uno de los cuentos favoritos del autor de Ciencia Ficción, al que tituló así: “Los ojos hacen algo más que ver”.
Se trata de un futuro muy lejano en el que los seres humanos ya no tienen cuerpo físico, pues gracias a los avances de la tecnología, su existencia se ha desmaterializado.
Así que ya no tienen órganos de los sentidos, solo un vago recuerdo de que en alguna época, junto con un cuerpo físico tenían órganos que percibían cada dominio sensorial por separado. De los antiguos humanos solo les queda el lenguaje, lenguaje con palabras pero sin habla. Pueden, sin embargo, hacer cosas, también inmateriales, por medio de órdenes mentales.
Todo transcurre así, "normalmente" ("normalmente" de Asimov) hasta que a uno de ellos, un artista, se le ocurre una idea revolucionaria: hacer cosas con materia. Pero como la materia es escasa en el universo en el que viven, la poca cantidad que pueden reunir debe emplearse en algo verdaderamente significativo. Así que a nuestro artista desmaterializado se le ocurre esculpir un cuerpo humano.
El escultor intergaláctico del cuento de Asimov empieza por la cabeza, y mientras moldea lo que podrían ser los dispositivos para las entradas y salidas de los datos sensoriales, se percata de que “ver” tendría que haber sido algo más que tener ojos. ¿Cómo podrían los ojos expresar esos estados internos del cuerpo a los que los antiguos humanos llamaban emociones, si no fuera porque también tenían órganos especializados en otros registros sensoriales como lo háptico, lo auditivo y lo olfativo? Era muy probable que, como sucedía con otras especies animales primitivas, tuvieran boca, oídos y nariz. Por lo demás, el artista debió darse cuenta que intentar moldear la materia física sin el dominio háptico —el tacto en movimiento—, habría sido una empresa muy complicada para esos lejanos ancestros.
La reflexión sobre el acto de dibujar, —centrada en el ejercicio multisensorial que permite representar los rasgos fisonómicos de un individuo—, es el motivo central de este blog dedicado a la caricatura. Aspiramos a responder, así sea de manera parcial, a la pregunta por la conexión entre la mano que dibuja (el gesto gráfico) y el resto del cuerpo que describe con palabras al modelo que se intenta retratar (el gesto verbal). Todos estos son apuntes sobre la risa, la caricatura, y la experiencia inigualable de dibujar.